El Marketing Olfativo acaba de desembarcar en nuestro país a través de Aromarketing. Su sistema, que puede ser muy útil para el sector de los eventos y las relaciones públicas en general, consiste en utilizar aromas específicos con el fin de suscitar emociones, y con ello influir sobre el ánimo de las personas. Dependiendo del aroma, éste puede producir distintas sensaciones: relax, tensión, calma, agitación, alegría e incluso excitación; de hecho, se pueden distinguir e identificar más de 10.000 aromas diferentes que influyen en la memoria e impactan directamente en la calidad de vida. El objetivo principal de Aromarketing se centra en seducir al sentido del olfato, el más sensible del ser humano, y el que comercialmente hablando se encuentra más virgen. La compañía se encarga de analizar, asesorar, desarrollar y determinar las fragancias que más se ajustan a cada cliente realizando visitas y reposiciones mensuales que garanticen la excelente ambientación del lugar. Su sistema, que ofrece múltiples opciones de aromatización dependiendo del negocio en cuestión, se ha implementado con éxito en numerosas empresas americanas, canadienses y japonesas, y actualmente comienza a comercializarse también en nuestro país. Aroma con olor a palomitas para cines y teatros, de bronceador para agencias de viajes, de suavizante para tintorerías y lavanderías o, de canela para bancos y servicios financieros, son algunos ejemplos de la veintena de aromas posibles.
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