La Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Congreso de los Diputados debatirá una propuesta del PP que reclama al Gobierno que impulse un código deontológico con los medios de comunicación que "garantice una programación de calidad" para los menores. Asimismo, el Grupo Popular demanda que el Ejecutivo "fomente una programación adecuada" y "contribuya a eliminar de las parrillas de programación, según las horas de emisión, todo espacio cuyo contenido sea inadecuado". Así consta en la citada iniciativa, que pide también al Gobierno "actuaciones para la formación de los educadores" y "orientar a los padres sobre la importancia de hacer un buen uso del tiempo de ocio, que incluya la televisión como opción, no como única salida". Según explica el PP en la exposición de motivos, además de un cambio en la estructura social, que incluye la incorporación de la mujer al trabajo fuera de casa, "hemos asistido, en los últimos años, a un empobrecimiento general de la programación audiovisual" respecto a los menores. "A pesar del esfuerzo del gobierno anterior por hacer de la televisión pública un espacio adecuado para todos, los medios privados se han dejado guiar más por criterios económicos y empresariales, sin tener en cuenta el papel educativo de cualquier medio audiovisual", lamenta el grupo en su iniciativa, que apunta que se ha producido una disminución del número de espacios adecuados para los jóvenes y niños. Además, aseguran que "no sólo hay menos programación adecuada" a las necesidades y gustos de jóvenes y niños, sino que la existente "a veces tiene un contenido dudoso". En este sentido, se hacen eco de las protestas de asociaciones de padres acerca de los contenidos de los programas infantiles en los medios, que incluyen, en televisión, "series animadas de dudosa idoneidad para los menores o películas con evidente contenido violento". Por ello, recuerdan que los poderes públicos "deben tomar medidas para concienciar a los educadores y padres en cuanto al buenuso del tiempo de ocio" de los menores, y acerca de los contenidos de la programación en horarios susceptibles, "así como proponer alternativas de ocio adecuadas a todas las edades situadas entre tres y dieciocho años", reclaman. El texto apunta a un cambio en el modelo de ocio entre los jóvenes "que han pasado de disfrutar de su tiempo libre en grupo a hacerlo solos, o en muy poca compañía".
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