martes, 23 de enero de 2007

Advierten que la "guerra contra el terrorismo" plantea una amenaza creciente a la libertad de expresión

Cinco años después de los ataques terroristas del 11S en Estados Unidos, la respuesta mundial al terrorismo ha contribuido a conformar una gama de amenazas a la libertad de expresión que se ha convertido en un peligro "real, catastrófico y se está acelerando", según ha advertido Human Rights Watch (HRW) en su Informe Mundial 2007. Los periodistas que cubren los conflictos armados están siendo tratados como partidarios e incluso combatientes y ahora están siendo atacados con más frecuencia que en cualquier momento de la historia reciente, argumenta la organización en un ensayo especial titulado "Un reino en contracción: libertad de expresión desde el 11 de septiembre". "El contraterrorismo ha impartido nuevo vigor a algunas formas viejas de censura y ha creado otras nuevas", afirma la autora del ensayo, Dinah PoKempner, quien defiende que desde el 11 de septiembre, un número cada vez mayor de Gobiernos han aprobado leyes que penalizan la glorificación del terrorismo. Mientras en 2004, sólo tres países europeos tenían leyes de ese tipo; a mediados de noviembre de 2006, 36 países habían firmado la Convención del Consejo de Europa sobe el Terrorismo, que exige que los estados penalicen la "provocación" del terrorismo, un crimen que podría incluir la incitación indirecta. El Reino Unido y Dinamarca adoptaron recientemente leyes de ese tipo sobre la promoción o glorificación de actos terroristas. En Turquía, se enmendó una ley sobre terrorismo en 2006 de modo que el discurso caracterizado como "propaganda" del terrorismo fuera punible. En Rusia, se enmendó una ley semejante para castigar el discurso que apoye el "extremismo", señala PoKempner. Mientras tanto, el discurso del odio se está volviendo cada vez más la razón para imponer sanciones penales o administrativas contra aquellos a los que se considere extremistas. PoKempner argumenta también que hay "razones para creer que tanto los conflictos armados contemporáneos como la llamada guerra contra el terror han hecho que ser periodista sea más inseguro que nunca". En Rusia, es casi imposible que alguien informe sobre los estragos de la guerra en Chechenia y el asesinato de Anna Politkovskaya, tal vez la más importante periodista que cubría Chechenia, conmocionó a muchos. Por otra parte la guerra en Iraq ha causado más muertes de periodistas (137) que cualquier otro conflicto en los últimos años. El Informe Mundial 2007 de HRW contiene información sobre acontecimientos de derechos humanos durante 2006 en más de 75 países. Identifica muchos desafíos a los derechos humanos que exigen atención urgente, como Darfur, Irak, Corea del Norte, Birmania y Turkmenistán.

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