lunes, 14 de mayo de 2007

El video y la telefonía IP podrían colapsar Internet a finales de 2007

Según algunas consultoras como Deloitte Consulting, el crecimiento del número de usuarios conectados y de dispositivos de acceso a la Red junto con la popularización de la descarga de aplicaciones de vídeo como YouTube –que ya representan un tercio del tráfico total de Internet- o de la telefonía IP –sólo en España más de 3 millones de personas ya son usuarios de Skype para hacer llamadas- están poniendo al límite la capacidad Internet. De hecho, al final de 2007 ya podrían empezar a observarse los primeros problemas como latencia o ralentización del servicio. La universalización del acceso a Internet desde el hogar, acentuada tras el lanzamiento de tarifas planas cada vez más asequibles, junto con la popularización del uso de determinadas aplicaciones y el incremento del número de dispositivos de acceso, están poniendo al límite la capacidad de Internet. En la actualidad, más de un tercio de todo el tráfico de Internet son aplicaciones de vídeo y audio, que consumen mucho ancho de banda. De hecho, hoy por hoy, YouTube está sirviendo al día 40 millones de vídeos lo que supone unos 200 terabytes de datos, es decir, aproximadamente 200.000 gigas, por lo que bastaría un incremento inesperado en el uso de esta aplicación para que se hicieran visibles los primeros problemas en el acceso y en la velocidad de la red como latencia, caída o ralentización del servicio. Los nuevos protocolos de vídeo y voz requieren cada vez más calidad y más ancho de banda, por lo que en algunas ocasiones, los ISPs y las empresas de telecomunicaciones no consiguen cubrir las crecientes necesidades de ancho de banda para soportar el exponencial crecimiento del uso de Internet. Además, la gestión de los archivos es una tarea complicada y de elevado coste para los proveedores de servicio y los operadores de telecomunicaciones. Así, por ejemplo, de acuerdo con Infonetic Research, un archivo típico de vídeo en Internet llega a consumir 1.000 veces más ancho de banda que un mensaje de correo electrónico. Y mientras el envío de 100.000 emails cuesta a una compañía de telecomunicaciones alrededor de 20 céntimos, la transmisión de 100.000 vídeos de baja resolución tiene un coste próximo a los 15 dólares y 100.000 películas de alta definición alrededor de 10.800 dólares, según datos de la misma consultora. Aparte hay que tener en cuenta otros dos aspectos -ya mencionados- que influirán en la definición de Internet en el corto plazo. Por un lado, la amplia variedad de dispositivos de acceso y, por otro, el incremento del número de usuarios. Todo ello acentúa la necesidad de una mayor capacidad y calidad de servicio.

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